¿Cómo se sigue a un jardín qué se mueve? ¿Qué parametros elijo
para tener una radiografía de un jardín que cambia
vertiginosamente? Ahora rojo, más tarde violáceo, otras amarilento.
¿Y cómo cuantifico la vida microbiana del suelo mejorado? Porque
hay vida allí abajo, ¿no?
¿ Regla, metro,
cuerda o mejor trazar metáforas? Altura de las gramíneas,
jerárquica; cobertura vegetativa del cuadrante superior, sufriente
como mayo en espera de lluvias; densidad de la parcela de semilado
del cuadrante inferior, tupida como el cabello del joven Elvis.
Para que la brújula
no se desimantase y nos perdiésemos en el insondable camino del
seguimiento de la vegetación del jardín interbloque , recurrimos a
nuestra bióloga de cabecera, Alba Gutiérrez de la cooperativa
Biodiversia.
Contar con Alba es un lujo. Su presencia nos transmite tranquilidad ante el caos. Si hay que seguir trazando metáforas, sería el personaje del señor Lobo de la peli Pulp Fiction de Tarantino que se dedicaba a resolver problemas.
Porque el 4 de marzo de 2023, en el jardín en movimiento de San Cristóbal, estábamos ante el caos de ordenar lo caótico: un jardín con plantas de vivero rodeadas de pequeñas plántulas ( semilladas meses atrás) que empezaban a asomar, invisibles a ojos inexpertos.
Pero allí estaba Mrs Alba, dispuesta a impartir un taller de seguimiento de la vegetación de un jardín en movimiento siguiendo un método científico. Se presentó con una hoja que respondía al nombre de “estadillo de seguimiento” y en el que anotaríamos una serie de parámetros que nos ayudarían a leer el indescifrable jardín que amenazaba con escaparse.
A continuación, tras explicarnos la hoja de ruta, nos dividió en 4 grupos para inventariar los 4 cuadrantes en que delimitó el jardín. Cada cuadrante se dividiría en 4 subcuadrantes de un metro cuadrado. Mrs Alba sacó el metro y dibujo un cuadradro perfecto que posó sobre el terreno. Dentro de ese cuadrado iríamos tomando notas: ph, temperatura, luminosidad, % de cobertura vegetal, altura de las plantas presentes.
Seríamos ingratos si no añadiésemos otro parámetro intangible, no cuantificable, con el que Alba logró la atención y complicidad de los asistentes al taller . Bajo la piel de Mrs Loba, ante la aparente rigidez de un metro cuadrado, había una educadora junco que se adaptó a la comunidad de aprendizaje congregada, que se meció con ellos para seguir al jardín que se movía y que cuando se retiró a su guarida sin percatarnos de su marcha, nos dejó su conocimiento para observar y medir un jardín que por su naturaleza tiende a mutar y escaparse.
Que levante la mano quien quiera seguir aprendiendo