Esta especie fue identificada por los exploradores del IES Salvador Távora: Mª Dolores S.M e Ismael S.V, quienes denominaron a los especímenes: Marisma sanrra, llamándoles la atención que era una enredadera de hoja perenne con tallos delgados y flexibles de color de marrón oscuro con espinas de color verde oscuro, con nervios secundarios bastante desiguales, flores rosas y pistilo muy grande y vistoso.

La buganvilla es un arbusto trepador originario del Brasil que se adhiere a los muros y a otras especies vegetales con los aguijones que presenta en su tallo. Su nombre científico hace referencia al explorador francés Louis Antoine Bougainville, quien por primera vez trajo ejemplares desde Río de Janeiro a Europa de esta especie que hoy lleva su nombre en 1767.

Hay diferentes especies de Buganvillas que pueblan jardines de todo el mundo: B. spectabilis, B. glabra, B. fulgens,... todas ellas con una evidente característica común: una floración exuberante. Como curiosidad, sus colores no se los otorgan las flores, sino las coloridas brácteas (hojas modificadas) que las rodean. Aunque el color más habitual es rosa (en diferentes tonalidades), hay variedades amarillas, naranjas, blancas, violetas, etc.

En este siglo XVIII, España y Portugal, las potencias navales hasta entonces, perdieron el dominio de los mares a favor de Gran Bretaña y Francia. Al tiempo que se confirmaban como imperios coloniales, estas naciones llevaron a cabo una serie de importantes expediciones científicas que ampliaron el conocimiento del globo. Es la época de los viajes de James Cook por el Pacífico y el descubrimiento oficial de Australia y Nueva Zelanda del lado británico. Es el tiempo a su vez de la primera vuelta al mundo en barco realizada por Francia de la mano del mismo Bougainville.