Usando el gel obtenido en los talleres del colegio San José Obrero, comenzamos ya en el atelier a testar como construir ese paisaje invertido de manera que se cumplimenten los siguientes requerimientos técnicos, de alguna manera autoimpuestos:
-La alfombra vegetal ha de permitir la inversión estratigráfica. Las plantas han de colgar de arriba a abajo, y hemos de poder visualizar no solo la planta, sino también directamente el sustrato al que se aferran.
-Esta misma alfombra vegetal ha de proporcionar su propia iluminación independientemente del lugar donde se ubique.
-El conjunto ha de ser dinámicamente estable y autosuficiente.
Como ilustran las fotos en portada de la entrada, una combinación de capas de plástico rigidizadas con varillas metálicas, hidrogel sobrealimentado con abonos y micro-elementos, y una iluminación mediante cadenas de leds, serán las conclusiones de los primeros prototipos testados.